miércoles, 29 de noviembre de 2017

Distopias en un barrio del Sur de Bogotá




Somos seres humanos
Sin saber lo que es hoy un ser humano”[1]

Cuando en la sala de cine de Unisur, centro comercial abandonado y dejado a la merced de la delincuencia, las drogas y la prostitución, proyectaron 1984 película dirigida por Michael Radford y protagonizada por John Hurt, que en la película era parecidísimo al mismísimo Orwell, ¡Si al mismísimo Orwell!, deje le explico, lo que pasa es que esa película es la adaptación de un libro que lleva el mismo nombre escrito por el periodista y escritor  Eric Arthur Blair, más conocido como George Orwell , ¿Ahora si me capta?, el punto fue que salí de ese cinema aturdido, ciertamente alocado y acongojado, con cierto miedo ¿sabe?, deje que le explique porque.

Resulta que tanto el libro como la película hablan de una distopia, de esas historias donde en vez de plantearse la sociedad ideal, se piensa es en el caos humano produciendo y reproduciendo sociedades indeseables colmadas de una respuesta concreta y clara a todo lo que se conoce como mundo, imagínese solo una respuesta, esta encarnaba en el gran hermano, algo así como ese tal  gran colombiano pero a escala continental o peor aún mundial.
 Lo primero que comprendí es que en esas sociedades totalitarias se aniquilan con las facultades humanas, con todo aquello que nos hace ser seres humanos y no entes, aquello que nos dota de trascendencia y nos hace alcanzar la divinidad: el lenguaje, el pensamiento y la acción son reducidas a un centro invisible pero potente, a un mundo de salvación y terror constante, a un océano de mermelada sagrada diría Zuleta, de eterno aburrimiento.

¡Fíjese! que había un partido único en Oceanía llamado el  IngSoc, que controlaba desde la acción de las personas,  hasta los pensamientos, la historia también la controlaban, a través de varios ministerios que se encargaban de reproducir noticias, e informes de guerra y económicos en los que se hablaba de la grandeza del Gran hermano que era el líder del partido, con la finalidad de que las personas le rindieran culto y le fueran fieles a ese gran hermano, para esto tenían que asegurar el control sobre la historia, pues necesitaban perpetuar la grandeza del bigbro en toda la historia, eliminando todo rastro de hecho antiguo, solo había  un antes y un después del gran hermano, al desconocer la historia se manipulaba a las personas sobre el proyecto futuro, ejecutando cualquier cosa necesaria para mantener intacto ese proyecto, las noticias las modificaban, para mostrar los grandes triunfos de la IngSoc en materia de producción, cero desnutrición y crímenes,  disfrazaba de buenos actos las medidas arbitrarias de tal partido, desaparecían de la faz social personas que cometían crímenes, que en su mayoría eran crímenes mentales (crimentales), había una neo lengua, con la cual transicionalmente buscaban acabar con los procesos de comunicación y las palabras Como ya le dije controlaban la acción, el pensamiento y el lenguaje, la subjetividad la sublevaban  ¡que más que eso!

El hecho no es ese ¿Qué tal la sinopsis, bacana?, la cuestión estriba en como pervierten el lenguaje, primero, resulta  que a través de la creación de la tal neo lengua esa, buscaban reducir expresiones a una simple palabra, no había lo bueno, excelente, y sobresaliente, sino lo bueno, lo plus bueno, y lo dobleplusbueno, con el fin de reducir la capacidad de raciocinio, ya no había que pensar tanto para hablar, se transfiguraba la misma palabra y expresaba a fin de cuentas lo mismo, con la reducción de palabras, acontecía, la exterminación de la comunicación, acción y pensamiento reducidos en un lenguaje nuevo, banal, si el psicoanálisis se planteaba el proceso de lenguaje como acceso de identificación del yo, y del desarrollo humano, este graznido de pato haciéndose pasar por lengua, desaparecía la identidad y el desarrollo de aquella.

Pervertían la movilidad de la libido, el sexo era banal y pecaminoso, se apreciaba la muerte y la humillación de proles y euro asiáticos  como espectáculo, el motor del deseo condicionado al factor de la destrucción, esto conlleva a la conformación de una identidad, violenta y venenosa, el deseo es el estructrante de la identidad, si se desea sangre, sangriento se es, este proceso simultaneo al de lenguaje concluían en que no había formación del yo, sino del amor hacia el gran hermano, solo a él se le  podía amar, apuesto que el complejo ya no era de Edipo si no de gran hermano , complejo de bigbro, toda acción encaminada por un ente iba encaminada enceguecida mente a idolatrar al gran hermano, alimentado por un fuerte odio hacia un opositor inexistente y un bando que mañana se podía convertir en aliado, la libido es conducida por el odio y la veneración, la angustia y el confort y en ese vaivén de sensaciones la única salida era la industria pornográfica social, dedicada a la incitación de odio, del deseo de muerte, de una concepción trivial del sexo, de arrastrar por el piso aquella fuerza primitiva que estructura el ser, la industria pornográfica dedicada a abultar y sobre llenar de mas destrucción en la conciencia y el espíritu humano, ¿Por qué triunfo el IngSoc? Sencillo, supo estructurar el deseo, al condicionar el deseo y pervertir la libido se encargó de empobrecer el desarrollo de pensamiento y el potencial lingüístico del ser humano. Ellos transvaloraron las facultades humanas, las volvieron intrascendentes, se entraron al cuarto oscuro, lo revolcaron, pero se lo aseguraron, de tal modo mataron la subjetividad ¿o la están matando? ¿Dónde queda la voluntad humana?

La voluntad humana queda sugestionada a los grandes proyectos políticos que alienan el ser, el espíritu y la vitalidad humana, desdibujado está el hombre, mientras celebra la muerte, la destrucción, las soluciones totales, pero también vive entre la ignominia y la amenaza de Goldstein, del ejercito Euroasiático, todo aquello que se conoce como verdad se reduce a la respuesta emanada por el partido 2+2= victoria/ derrota, la realidad no existe, la única verdad es el gran hermano, la verdad es matizada por la excesiva euforia del triunfo, o la angustiosa derrota, la subjetividad, la historia, el pensamiento es producto de emociones controladas y fácilmente modificables  por el porno ¿Ya comprendes el miedo que tenía?

Pese a eso escuche:

Ama la libertad, siempre la llevarás
dentro del corazón
te pueden corromper
te puedes olvidar
pero ella siempre está. 

Y así fue como llegue a la conclusión de que es necesario cantar de nuevo una vez más, [2] es necesario reivindicar la existencia, trascenderla y eso solo se logra haciendo conciencia del mundo atroz en el que estamos, la obra de Orwell es una buena herramienta para este ejercicio, lo que procede es llenarse la cabeza de interrogantes, de cuestionar el mundo y al ser en el mundo ¿Qué tan consciente se es del mundo en que se habita? ¿Qué es la humanidad, hacia dónde va?

Me voy antes de que anochezca en Soacha.





[1] Almendra- Color humano



[2] Seru Giran – Inconsciente colectivo 









SUS OJOS II


Es difícil negar que me siento a veces desconcertado; desconcertado sobre quién soy y sobre quién fui. De mucho antes (a pesar de mi notable juventud) sé que uno nunca sigue siendo el mismo por siempre, un aprendizaje nuevo significa un cambio, bueno o malo.


En fin, sigo aún preguntándome e, incluso, buscando respuestas que me indiquen qué camino seguir para resolver tan grande y difusa incógnita; quién soy y quién fui. El futuro por ahora no es de mi incumbencia, no es pertinente en mi búsqueda; sin mi pasado y mi presente, mi futuro es incierto y por si fuera poco, el futuro llega a cada instante, en cada movimiento de las manecillas del reloj.


Todo me dirige a un ámbito cada vez más confuso; dilemas emocionales y recuerdos inconclusos. Cada vez me acerco más al fondo de todo, pero cada vez lo percibo más oscuro y profundo.

Hace poco llegué a una muy significativa conclusión. El reflejo de sus ojos iluminó mi mente, la luz reflejada me permitió ver la solución a todo; mi error radicaba en que la pregunta no debe encaminarse sobre quién soy y quién fui; no, la solución estuvo siempre en el para qué y el por qué. En ese preciso instante en que nuestras miradas convergieron, supe exactamente lo que quería y lo que sentía, todo fue inexplicablemente efímero, pero encontré la respuesta indicada, ¿en dónde estuvo oculta la respuesta de tal calibre y magnitud? Ese resurgir de sus ojos me abrio a un mundo de posibilidades y respuestas por hallar, en sus ojos, en su rostro, en su pelo parecía estar todo; toda intriga, duda o remordimiento se esfumaba cuando abría sus párpados de par en par para mí, pensaba que tal vez era algo que me ponía estupefacto; pero no, nunca había sentido tanta lucidez, nunca había visto el camino tan claro como cuando sus ojos irradiaban como los astros… Nunca volverá a suceder, pues ella se ha ido tras otros rumbos, otras miradas y eligiendo otras historias, pero más allá de eso todavía de algún modo ella constituía una respuesta a mis dudas existenciales, sé que la tengo que olvidar pero mientras tanto gozaré del dolor y de su imagen fantasmal, todo para volver a una especie de síntesis que indique que la respuesta siempre estuvo en mí. El problema -el mio- es que fue mi antítesis, pero he de saber que toda contradicción se supera.